jueves, 25 de agosto de 2011


 Los junto y los apilo
A veces se apoderan de mis ojos, mi estomago y mi cabeza
Los siento en cada milímetro, en cada queja por más que sean nada
Es el estar más difícil de todos
Estar vacío
Intento apagarlo con todo el exceso posible pero sigue quemando
Cada vez que junto un vacío nuevo hago que crezca otro , en dimensión
Apilándose con todos los demás.
Laberinto de aire, de incertidumbre que lástima
Desastre ordenado
Caos de nada, de ausencia, de abandono, de uno mismo
Al querer apurar la transferencia de tiempo.
Todos brillan, todos pueden volver a levantarse si es que caen
Pero yo estoy cavío, estoy sin nada, estoy solo, estoy haciendo nada
Completamente inerte en mis sentidos
Con ansias de extirparlos a todos
Uno por uno
Vez por vez
Los llenos, los abundo, los atraco, los sobrealimento hasta veo si puedo perderlos
Pero cada uno de mis vacíos crecen en su infinita nada al intentar satisfacerlos
Aún sigo con ellos, todos y cada uno de ellos
Exorcizando sus ficticios fondos
Pero siguen ocupando terreno, se apoderan poco a poco de mi existencia
Sin poder correrlos
Sin poder quitar el hueco que se expande en todo mi respiro
En cada abrir y cerrar de ojos  

Mata tus días-

 Mata a tu madre que por más que este agonizando sigue llena de luz
Mata a tu padre que te quiere en su necio olvido
Mata al amor que te besa en cada instante solo porque el final esta cerca
Mata a tus ojos que siempre anhelan lo equivocado
Mata tus piernas porque por ellas todavía seguís en el camino
Mata tus manos que desatan nudos pero nunca los tuyos
Mata a tus amigos porque ellos no te quitan de la tormenta
Mata a tus enemigos ya que siempre te dieron una razón  para aferrar tus afectos
Mata el sol que se filtra en tu vida cada mañana
Mata a los que te aman porque adoran lo innecesario
Mata la mentirosa niñez que fue la que logro que tu hermano te enseñe a amar
Mata tus caprichos que te nublan la calma
Mata tus expectativas que se evaporan
Mata a tus propias ganas que te gritan empujándote al vacío
Mata a cada una de las cosas que quieras porque por ellas siempre crees que algo pueda valer la pena
Mata al estúpido reflejo que te escupe y se rie
Mata a tus hijos que cuando no te necesiten serás una triste y gris vieja casa
Mata todas las insostenibles ideas que marcan tu existencia
Mata el dolor que se esconde en siglos pasados
Mata al primer amor que lástima con una falsa eternidad
Mata el desvelo de cariños que arden
Mata a los sueños que planean desde el precipicio de tu inocencia
Mata cada efímera promesa que haya borrado una dolencia
Mata cada minuto
Mata cada día
Porque te golpean y te asfixian recordándote lo imposible que es sentir, hacer, reir, amar, llorar, o simplemente estar sin el miedo como anexo como compañía eterna
El inmenso lugar que ocupan los desiertos en tu alma
Y lo inútil que es perseverar sumergido en cuatro océanos.